viernes, 23 de mayo de 2025

Muriendo también se VIVE



Y entonces nos encontrábamos en su comedor, él, sentado sobre la mesa, con su aire propio juvenil, lleno de vida, nos decía:

"... en ese momento, lo primero que pensé fue: porqué a mi, porqué me pasan estas cosas... incluso hubo una discusión con el de arriba ..." . 

A mi amigo, el dia anterior, le habían asaltado, robándole el celular. Cosa que no había pasado ni dos meses de la última vez que le habían robado.   

Por la propuesta de otra amiga, terminamos visitándolo un jueves a las nueve de la noche. Dónde comimos, charlamos e incluso actuamos unos "sketchs" cómicos sobre la vida. 

Por eso, cuándo nos coméntaba sus pensamientos, por dentro yo pensaba: si fue una mier* pero gracias a eso también nos hemos reunido hoy, la pasamos genial, nos reímos, nos unimos ante la necesidad de un amigo. 

Y esto es algo que me asombra de la vida, de su funcionamiento, de los seres humanos. 

Con la muerte, con la enfermedad, ante una necesidad, nos unimos, hacemos comunidad. Compartimos, abrazamos, empatizamos ... y todo desde un comienzo trágico. 

Hoy leíamos con mi hermano sobre las cinco cosas de las que la gente en estado terminal suele arrepentirse. Ahora te las nombro: 

1. Haber tenido el coraje de vivir la vida fiel a mí mismo, y no la vida que otros esperaban de mí. 
2. Haber trabajado menos duro.
3. Haber tenido el coraje para expresar mis emociones.
4. Haberme mantenido en contacto con mis amigos.
5. Haberme permitido ser más feliz.

¿Te hacen reflexionar no?


Luego, cada uno por su parte, bajo la tutela de una buena música de fondo, escribió su propia lista. 

Te muestro la mía:

  • Declarármele a ...
  • Haber ido más a las montañas.
  • Haber abrazado y besado más
Y ahí paré, por un lado porque el tiempo que nos habíamos puesto para realizar el ejercicio había terminado, pero por otro, fue porque me dije a mi misma: ¿porqué no las he hecho? ¿qué me detiene? No son cosas imposibles de hacer ...

Acá viene mi planteo: si bien las situaciones extremas como la muerte y la enfermedad, las tragedias, nos unen y nos llaman a realizar aquellas demostraciones de amor que en otros contextos no haríamos, ¿porqué esperar a qué sucedan esas cosas para realizarlas?

¿Es que no puede ser una forma de vida? Caerle a un amigo por sorpresa, abrazar a alguien, expresar cuanto queremos y cuanto vale una persona para nosotros... ¿qué estamos esperando para hacerlo? 


Hay frases "cliché" que proponen algo así; "vive tu vida como si fuese tu ultimo dia" o "abraza fuerte, el ultimo abrazo no avisa cuando viene". 

Esta bien, puede ser agotador, exhaustivo, e incluso demasiado ... pero tampoco me parece que tiene que ser un estado casi carente de esto. Por ejemplo, la siguiente vez que veas a esa persona querida ... un detalle, algo chiquito, sencillo, que harías o dirías como si fuese la ultima vez que la vieras


Nosé, es una propuesta, es una aventura a la que te invito .... una invitación a vivir .


phs: sacadas de pinterest


 

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